La creatividad no sé cómo llegó en su momento a mi vida. Dicen que se nace con talento pero que este se puede desarrollar en la cantidad que queramos. Ayer escuché una entrevista de Elsa Punset que decía que en los niños si nos se estimula la creatividad, el 50% de ellos dejará de serlo en pocos años.

Yo desde que tengo uso de razón he sido muy manitas y con una visión tan particular de las cosas y los problemas, que me han dejado desarrollar otras actividades como la costura, el dibujo o la joyería. Esta me deja desarrollar mi lado más artístico y a la vez me proporciona tanto relax, que pocas semanas puedo resistirme a no ir al taller. Los diseños siempre los plasmó en papel con anterioridad pero la pieza es la que manda a la hora de realizarla, y yo ¡sólo me dejo llevar!

Mis casi 20 años de profesión me han hecho ver de todo en las más variopintas situaciones que te puedas imaginar. Ha habido miles de situaciones bonitas y emotivas y otras tantas que no lo eran tanto, pero siempre me han dado un punto de vista diferente de los problemas, las relaciones y la vida en sí. Y si alguien tuvo la genial idea de decir en voz alta que “la vida es demasiado corta como para desperdiciarla “, hay que sacarse el sombrero ante esto y hacerle caso. Porque aunque no trabajéis en este tipo de profesión, escuchad a una que lleva 20 añitos en ella.

La creatividad no sé cómo llegó en su momento a mi vida. Dicen que se nace con talento pero que este se puede desarrollar en la cantidad que queramos. Ayer escuché una entrevista de Elsa Punset que decía que en los niños si nos se estimula la creatividad, el 50% de ellos dejará de serlo en pocos años.

Yo desde que tengo uso de razón he sido muy manitas y con una visión tan particular de las cosas y los problemas, que me han dejado desarrollar otras actividades como la costura, el dibujo o la joyería. Esta me deja desarrollar mi lado más artístico y a la vez me proporciona tanto relax, que pocas semanas puedo resistirme a no ir al taller. Los diseños siempre los plasmó en papel con anterioridad pero la pieza es la que manda a la hora de realizarla, y yo ¡sólo me dejo llevar!

Hace cosa de un año y algo emprendí un nuevo camino. Me hice Coach. Todo empezó hace cuatro años cuando fui con una muy, muy buena amiga a un congreso de crecimiento personal. Allí me pasaron dos cosas increíbles, una de ellas es que vi en directo por primera vez a Jorge Bucay, y tengo que confesar que me ENCANTÓ. Y la otra fue que decidí que algún día compartiría escenario con él. Me visualicé encima de alguno dando una charla sobre motivación o contando algo que ayudase a alguien. Siempre he sido la típica persona que todos acuden para contarle sus problemas, penas o simplemente hablar. Y de hecho, se me da bien. Muy bien, diría yo. Y es porque me gusta. Porque me gusta escuchar y tratar de ver otras perspectivas del problema. Porque me gusta buscar un punto que esa persona no había contemplado y a lo mejor es el que le da la solución. Porque me gusta que la gente sea feliz. Por eso hice el Máster en Coaching. Por ayudar. Escuchar. Sentir. Dar. Recibir. Pero sobre todo por COMPARTIR.